El artículo «¿Qué sabemos del estudiantado universitario que trabaja?: Un reto para la orientación» ofrece una fotografía actual de la situación sobre la conciliación de estudio y trabajo que vive gran parte del estudiantado en la educación superior. Su propósito fue analizar las características del estudiantado que compagina la formación académica con el trabajo remunerado, buscando comprender su perfil e identificar patrones significativos que afectan la conciliación de ambas actividades.
Se utilizaron los datos del cuestionario Condiciones de Vida y Estudio del Estudiantado de la Universidad de Barcelona (CViE-UB) del año 2022, en donde participaron más de 3.000 estudiantes de grado, máster y doctorado; de los cuales el 60,3% declaró compaginar sus estudios con un trabajo remunerado. Junto con las variables sociodemográficas que describen el perfil del estudiantado trabajador, se profundizó en la intensidad de los estudios y la intensidad del trabajo, con la intención de establecer relaciones con el género, edad y emocionalidad.
Dicho perfil está caracterizado en un 70,8% de género femenino, un 93,4% de nacionalidad española, un 38,1% con edad entre 18 a 22 años, un 72,8% de grado, un 40,7% del área de ciencias sociales, y sus referentes familiares alcanzan un nivel educativo superior (52,7% referente 1 y 42,3% referente 2). Otros hallazgos relevantes indican que al aumentar la edad disminuye la intensidad al estudio y aumenta la intensidad al trabajo. Por otro lado, son las mujeres las que se posicionan en intensidades más bajas de trabajo. Así también, a mayor intensidad de los estudios se observa un mayor nivel de estrés y menor nivel de relajación.
El aporte del estudio radica en poner de relieve la necesidad de ofrecer oportunidades dirigidas al desarrollo de estrategias de apoyo y orientación, en la flexibilidad de la formación desde una mirada institucional universitaria y en las condiciones de trabajo desde la institución empleadora. De esta manera, la comprensión de las implicancias que conlleva la conciliación de estudio y trabajo, como las repercusiones que pueden ocasionar en las trayectorias educativas, reafirman la relevancia de políticas dirigidas a este grupo de estudiantes no convencionales para facilitar una educación inclusiva y la formación a lo largo de la vida, sin olvidar los motivos por los que desarrollan ambas actividades.

Fuente: Creación
De esta manera, los aportes del estudio se han representado mediante la imagen de un volcán activo, cuya erupción simboliza la sobrecarga académica y laboral que suele enfrentar este estudiantado no convencional. Sin embargo, lo que está bajo la superficie, y muchas veces pasamos por alto o no podemos ver respecto a lo que enfrenta día a día el estudiantado trabajador, son elementos que contribuyen a esta presión: incompatibilidad de los horarios, diferencias de género y edad, un contexto socioeducativo familiar diverso y un estado emocional vulnerable. Así, comprender la complejidad de estos factores es clave para acompañar y dar apoyo a quienes compaginan estudio y trabajo.
Los autores del artículo son: Alegre-Sánchez, M. Á.; Briceño-Barraza, M.; Sepúlveda-Egaña, B.; y Valdés-Jamett, L. F.
Alegre-Sánchez, M. Á., Briceño-Barraza, M., Sepúlveda-Egaña, B., y Valdés-Jamett, L. F. (2024). ¿Qué sabemos del estudiantado universitario que trabaja?: Un reto para la orientación. REOP – Revista Española de Orientación y Psicopedagogía, 35(3), 67–85. https://doi.org/10.5944/reop.vol.35.num.3.2024.41268